Dicen que en una reunión existen
5 temas principales de los que debemos evitar hablar, tales como la religión,
el deporte, la política, la vida sexual y el estatus y dinero personal. Pero si
estos temas son el denominador de una conversación de negocios y la vida
cotidiana, temas que generan noticia; sino preguntémonos sobre los “pastores”
de iglesias no católicas o evangélicos, que lucran a costillas de sus “siervos”
o caso contrario cobre aquellos “sacerdotes” y “fieles laicos” que hacen
noticia, y no precisamente por sus labores sociales y de beneficencia sino
precisamente por el escándalo y lo impúdico de su vida.
En el deporte, sobre los exorbitantes
sueldos, los esculturales cuerpos y bellos rostros de modelos que tienen a su
lado, por su exacerbada vida de comodidad, y lujuria; cualquiera que fuese el deporte
siempre hablaremos de ellos, y defenderemos (si es posible hasta morir) nuestro
equipo y favoritismo a aquel personaje que entre lágrimas de tristeza y alegría
(por las veces que pierde o gana) después de un enfrentamiento nos hace sentir
ya sea el futbol, tenis, vóley, son solo algunos por mencionar.
La política, es otro de los
verdugos y males necesarios en una conversación, desde su origen a la
actualidad se ha perdido todo contexto del mismo y donde encontramos que hoy
por hoy, los políticos se matan entre ellos (y no solo literalmente), y si
sobreviven mañana son los mejores amigos de todos los tiempos. En ellos (a fin
de equivocarme) existe la ambición de poder y tener.
Comentar la vida sexual del otro
o la mía, es un común denominador (entre nosotros los hombres especialmente) de
la comunidad actual. Tema que exponemos en un lugar inapropiada, con las
personas poco correctas y en el momento menos indicado. Con respecto a la
sexualidad, señalaré los versículos 21 y 22, del capítulo segundo del libro de
Génesis, en La Biblia, los cuales dicen …21
Entonces el Señor Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la
costilla que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre…
Y por último, resulta un tanto
incomodo hablar sobre el estatus y dinero personal, el cuanto ganas, el que
ropa eliges, en este último haciendo referencia a marcas, el que comes, el
donde comes. Resulta algo vano, frívolo y mundano hablar sobre esto existiendo
tantos niños que no tienen ni una miga de pan para llevarse a la boca.
Más solo diré que cada uno de
nosotros tiene su círculo de amigos y sus temas de conversación. Es mi modesta opinión
y posición personal.
…Es todo amigos y me
despido hasta la próxima.
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