Hola amigos, deseoso se
encuentren bien, en esta oportunidad les voy a contar algo muy curioso, algo que
siempre -o casi siempre- comento con mis compañeros, amigos y familiares; pero que
en esta oportunidad lo compartiré a ustedes.
La diferencia semántica y
contextual del uso de los términos o palabras tales como “lisura”, “atrevimiento”
y “grosería”,
y las ubico en ese orden a propósito, a tal motivo de explicación ya que es ese orden el gradual de menor a
mayor, en referencia a su significado; y es que, aunque muchos de nosotros la
hemos utilizado en situaciones comunes son totalmente diferentes. Y si en
alguna razón nos han dicho que somos algo de eso o de lo otro, debemos de
ofendernos por estas, tomar conciencia de aquellas y enorgullecernos por otras.
Empiezo y digo que “lisura”,
para este contexto, es la fluidez con la que te expresas. El “atrevimiento”,
es la osadía y el intento de algo, tal es así que ser atrevido es ser poco (o
casi nada) cobarde; y la “Grosería”, es falta grande de
respeto. Ser grosero es ser un tosco, un ordinario y ser una persona sin arte.
En algunas de estas situaciones hemos
estado o pasado todos –o la mayoría–. El ser uno o el otro y esto tiene concordancia
con el cómo haces y como dices las cosas, éste
último tiene que ver con el lenguaje que utilizamos, es decir vulgar coloquial
o culto.
Y es que el lenguaje vulgar lo
utilizan las personas de poca cultura, y son muchas veces mensajes
desorganizados, tal como jato que es casa o jama que es comida. El lenguaje
coloquial es más natural y espontaneo, por lo que es el que más utilizamos,
y a veces – solo a veces- descuidamos la pronunciación, por ejemplo cuando
decimos estabanos (estábamos) o Grabiel (por decir Gabriel). Caso contrario,
pasa, con el lenguaje de nivel culto, que es el que utilizan las personas
instruidas y que poseen una pronunciación correcta y adecuada, además de poseer
una riqueza de vocabulario, tales como ósculo o crepúsculo al referirse al beso
o la noche.
Así tenemos: Misma situación para
diferentes casos.
- Un pata llega a su jato, saluda a su vieja y pide su jama porque viene con ambrosoli.
- Un muchacho llega a su hogar le da un beso a su mai y le dice sírveme mi comida má.
- Un joven entra a su casa y saluda a su madre con un ósculo en el rostro, y pide por favor le sirvan su almuerzo.
Más solo diré que cada uno de
nosotros tiene su círculo de amigos y sus temas de conversación. Es mi modesta
opinión y posición personal.
…Es todo amigos y me
despido hasta la próxima.
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